Nuestra alma mater, el Colegio San Luis Gonzaga, progresa a ojos vista. Su infraestructura y capacidad instalada crece día a día, la tradicional calidad del servicio educativo que oferta se refleja en la demanda que año a año aumenta y a sus autoridades anima una intensa preocupación por conservar e incrementar los niveles de excelencia.
El sábado 8 de mayo visitó el Colegio en el Valle de los Chillos una comisión de
Porque un Colegio se mide más que por el oropel con que se muestra al mundo, por los resultados que obtiene. Por ello, con la colaboración de ASIA Gonzaga se busca poner en práctica un mecanismo de medición de la labor del Colegio en los ámbitos filosófico, pedagógico, administrativo y de gestión y de vinculación con la comunidad.
El Rector Carlos Vargas y
Además, se trató sobre la concesión, por ASIA Gonzaga, del Premio “Espíritu Gonzaga
El nuevo edificio está operativo
El nuevo edificio construido y habilitado por la actual Administración del Colegio
Dos buenas noticias fue encontrar operativo al edificio de tres plantas construido en los últimos meses y duplicada hasta casi tres hectáreas la superficie física del Colegio, incluidas dos áreas que han sido desecadas y que cuentan con la infraestructura necesaria para que en la instalación global se incorporen a diferentes servicios.
Los Laboratorios
En la planta baja del nuevo edificio funciona la moderna “Biblioteca Gonzalo Romero S.J.”, en honor al primer Rector del Colegio; en la segunda planta está lista la instalación para los laboratorios de Biología y Química; y, el tercer piso albergará el Auditorio “Luis Rodríguez S.J”, otro de los fundadores del Gonzaga hace medio siglo.
En el "patio japonés" el Rector Carlos Vargas y Marcelo Almeida de la Promoción de 1962
Cosa singular, el edificio cuenta con un recoleto “patio japonés”, al puro estilo de un jardín asiático, con su fuente circulante, vegetación que no abunda pero la necesaria, vía de uso combinando madera con piedra rodada y un techo de celosías que puede ser abierto y cerrado a voluntad para aprovechar la luz y el “sonar” de la naturaleza.
Carlos Vargas y Marcelo Almeida en otro ángulo del "patio japonés"
El tradicional “patio de atrás”, húmedo y oscuro de toda edificio, se ha convertido en un área ideal para la lectura, el estudio y la meditación, decorado con un atril en piedra que recuerda la importancia trascendental de la educación y el Cuadro de Honor de
El
Otros proyectos, entre otros, alude al funcionamiento en toda su amplitud de una “Casa de
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