Bajo la mirada amorosa de la Dolorosa y a pocos pasos del lugar en que hace 103 años abrió y cerró sus ojos, cientos de profesionales gritaron su profesión de fe y cantaron a su Madre en presencia de un grupo de antiguos profesores, el actual Rector del Colegio, Carlos Vargas y del Provincial de la Compañía de Jesús, Federico San Feliu S.J.
Así se mostró el patio principal del antiguo Colegio Gonzaga durante el encuentro de este sábado 25 de Abril
La concurrencia superó las expectativas. Cada una de las promociones designó a sus representantes que en próxima fecha se reunirán para dar nueva vida a la Asociación de Antiguos Alumnos del Gonzaga, a un trimestre de que se realice en Bujumbura, capital de Burundi, África, el Congreso Mundial de exalumnos de la Compañía de Jesús.
En la mesa principal aparecen, de izquierda a derecha, los profesores Jaime Crespo, Gonzalo Arroyo y quien fuera Rector en tres ocasiones, el Lcdo. Francisco Salazar Alvarado acompañando al Provincial de la Compañía de Jesús, Federico San Feliu y el actual Rector del Gonzaga, Carlos Vargas
El Colegio Gonzaga encabezados por su Rector, Carlos Vargas y la asociación de Padres de Familia, entregó un aporte invalorable. El local fue hermosamente decorado, los viejos muros recobraron animación y chicas y chicos, alumnos del Colegio, se multiplicaron para suplir todas las necesidades y apoyar la iniciativa hasta el cansancio.
El Colegio Gonzaga encabezados por su Rector, Carlos Vargas y la asociación de Padres de Familia, entregó un aporte invalorable. El local fue hermosamente decorado, los viejos muros recobraron animación y chicas y chicos, alumnos del Colegio, se multiplicaron para suplir todas las necesidades y apoyar la iniciativa hasta el cansancio.
Los organizadores del encuentro junto a quienes fueron sus maestros:
Primera Fila (izquierda a derecha) Fabián Reinoso, Fernando Paz y Miño y Edgar Gordón; Gonzalo Arroyo y Francisco Salazar Alvarado; Guillermo Gallardo, Leonardo Quiroz, Kléver Jaramillo y Jaime Crespo Toral
Segunda fila: Marcelo Acosta, Guillermo Cárdenas, Ramiro Sotomayor y Pablo Endara
Tercera Fila: Edgar Redín, Ramón Gómez, Carlos Nieto y Milton Silva
Cuarta Fila: Jorge Cadena, Edison Proaño, Rodrigo Pazmiño y Diego Valencia
Fueron extrañados: José Luis Casco, Marcelo Cantuña, Juan Bustos, Carlos Paz, Francisco Cappelo, Pedro Cadena y Edmundo Bastidas, entre otros.
Los Fundadores y Primera Promoción del Colegio, 1959-1965, corrió a cargo de la organización y su financiación y se constituyeron en los priostes de la celebración en este año. Los ingresos que se lograron reunir este 25 de abril serán entregados en su totalidad al Colegio, para financiar parcialmente el amueblamiento de su biblioteca.
Los integrantes de la Directiva de Padres de Familia, Asofamilia, de izquierda a derecha, Miguel Guamán, Tesorero; Nelly Andrade, Secretaria; Rómulo Gallegos, Vicepresidente; Eva Enriquez de Sotomayor, Presidenta; y, Galo Sotomayor, su consorte y punto de apoyo permanente
Si quienes organizaron la reunión fueron los primeros alumnos, el éxito se logró, fundamentalmente, por el aporte y entrega de los actuales alumnos. En la persona de quienes representan a sus Padres de Familia se transmite nuestro agradecimiento, al igual que a los centenares de jóvenes y “no tan jóvenes” que asistieron.
El animador y disc-jockey fue el exitoso comentarista deportivo Patricio Díaz, también exalumno. El catering lo proporcionó La Suiza de la Portugal, el local lo prestó la Fundación Iglesia de la Compañía dirigida por Diego Santander, también Gonzaga y el sonido fue responsabilidad de la empresa de Pío Cevallos, otro Gonzaga.
Si de algo o alguien me olvido, lo siento. Los años no pesan en vano, pero imposible olvidar a César Culqui que se vino de Fresno, Estados Unidos, solo para estar con sus viejos amigos y compañeros. ¡Gracias César! ¡Eres un gigante! Quizás ese espíritu lo copien, en el futuro, muchos que están aquí a la vuelta de la esquina.
P.D. Por feliz iniciativa de Diego Santander todo el Colegio tuvo sus puertas abiertas y así, muchos de nosotros, recorrimos pasillos y viejas aulas, llegando hasta la torre del antiguo reloj, escenario de nuestras arriesgadas andanzas. El Salón del Milagro nos permitió saludar a “Nuestra Madre” y la Iglesia de La Compañía estuvo también accesible.
¡¡Gracias, muchas gracias por todo!!
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