La memorable reunión del 20 de octubre
Fue una buena reunión que, para muchos, superó las expectativas. La pasamos en grande en casa de la familia Andrade-Andrade, sita en el agradable pueblo de La Merced.
Marcos Andrade, su hermana, su cuñado, sus sobrinos y hasta el can familiar (un pobre Rottweiler algo veterano pero de buena alzada que debió permanecer tras rejas durante la jornada) nos trataron a las mil maravillas.
La mejor contratación de los organizadores fue la del espectáculo -después del menú por cierto- y consistió en la presentación del doctor Rafael Unda y colegas médicos -hombre y mujer- que nos obsequiaron con su arte musical.
El arribo fue azaroso para quienes no conocíamos el lugar, pero un café-net del lugar, nos permitió acceder a nuestro blog, copiar el plano y facilitarlo a nuestro capacitado conductor, el Carlos Nieto, que nos llevó a buen puerto.
La foto de familia de los asistentes
Asistimos:
- Édgar Redín
- Jorge Aguirre
- Carlos Nieto
- Marcos Andrade
- Juan Bustos
- Edgar Gordón
- Rafael Unda
- Pedro Cadena
- Ramiro Sotomayor
- Édison Proaño
No asistieron y les extrañamos, entre otros:
- Fabián Reinoso
- Ramón Gómez
- Francisco Cappelo
- Fernando Paz y Miño
- Guillermo Gallardo
- Julián Acosta
- Milton Silva
- Ramiro Chávez
- Guillermo Cárdenas
- Leonardo Quiroz
Incidencias
Tras nuestro arribo procedimos a organizar la cancha de volley que enfrento a Carlos Nieto, Juan Bustos y Pedro Cadena, con Marcos Andrade, su cuñado Alberto Andrade y -admírense- a Edgar Gordón.
Este Editor y Ramiro Sotomayor, observamos las incidencias del emocionante encuentro, mientras consumíamos unas heladitas cervezas Pilsener, acompañándolo con tostado y chochos.
Los Andrade y Gordón se impusieron. Los rivales terminaron al filo de la cancha auxiliados con oxigeno en cilindros. Una derrota lamentable, que se explica dada la voluminosa circunferencia gástrica de Bustos y Nieto y la incapacidad de Cadena para “revolotear” alrededor de la cancha.
Tras la emocionante competencia deportiva, pasamos a la culinaria: unos “choripán” fuera de serie y abundante cerveza, seguidos por la clásica y abundante parrillada, las deliciosas papitas con cáscara, ensalada, crema de queso, ají bravo y un postre de sobremesa con crema y helado.
Fue tan excelente el menú que este Editor estuvo tentado de ir al baño, proceder al “estilo romano” y volver a la mesa para proseguir. El Marcos Andrade ha sido un sensacional “asador argentino” que con gorro y delantal hizo de las suyas en las brasas, pese a la llovizna que en un momento dado cayó sobre nuestras cabezas.
Los anfitriones al centro, flanqueados por el Marcos Andrade y su gentil esposa
Comimos muy bien. Más de uno se aflojó el cinturón sin que el resto notasen, incluido un grupo de hermosas damas, consortes de algunos de los asistentes que se desvivieron para hacernos sentir en casa. Muchas gracias por todo eso.
El espectáculo
Si el Edgar Gordón se lució en la cancha y el Marcos Andrade logró igual éxito en las brasas, el espectáculo fue dominado por el Rafael Unda. Hizo de las suyas con pistas y micrófonos. Pero no solo ellos: el Ramiro Sotomayor canto como los jilgueros, aunque un poco desentonado y -agárranse- el Edgar Gordón bailó como un trompo y a punto estuvo de vencer con sus atributos a una de las damas presentes.
El Rafael Unda, al centro y atras, un artista indiscutido al que el gran arquitecto del universo le ha dado un don envidiable. A su izquierda, un pequeño ángulo de su colega pediatra y al centro, copando la escena, el Ingeniero Édgar Redín, un experto en la búsqueda profunda de aguas con ciencia y técnica, haciendo gala de su incomparable faceta de siempre: la de ser un consumado showman que, al menos a mí, me ha sorprendido de toda la vida.
Fue una buena reunión que, para muchos, superó las expectativas. La pasamos en grande en casa de la familia Andrade-Andrade, sita en el agradable pueblo de La Merced.
Marcos Andrade, su hermana, su cuñado, sus sobrinos y hasta el can familiar (un pobre Rottweiler algo veterano pero de buena alzada que debió permanecer tras rejas durante la jornada) nos trataron a las mil maravillas.
La mejor contratación de los organizadores fue la del espectáculo -después del menú por cierto- y consistió en la presentación del doctor Rafael Unda y colegas médicos -hombre y mujer- que nos obsequiaron con su arte musical.
El arribo fue azaroso para quienes no conocíamos el lugar, pero un café-net del lugar, nos permitió acceder a nuestro blog, copiar el plano y facilitarlo a nuestro capacitado conductor, el Carlos Nieto, que nos llevó a buen puerto.
La foto de familia de los asistentes
Asistimos:
- Édgar Redín
- Jorge Aguirre
- Carlos Nieto
- Marcos Andrade
- Juan Bustos
- Edgar Gordón
- Rafael Unda
- Pedro Cadena
- Ramiro Sotomayor
- Édison Proaño
No asistieron y les extrañamos, entre otros:
- Fabián Reinoso
- Ramón Gómez
- Francisco Cappelo
- Fernando Paz y Miño
- Guillermo Gallardo
- Julián Acosta
- Milton Silva
- Ramiro Chávez
- Guillermo Cárdenas
- Leonardo Quiroz
Incidencias
Tras nuestro arribo procedimos a organizar la cancha de volley que enfrento a Carlos Nieto, Juan Bustos y Pedro Cadena, con Marcos Andrade, su cuñado Alberto Andrade y -admírense- a Edgar Gordón.
Este Editor y Ramiro Sotomayor, observamos las incidencias del emocionante encuentro, mientras consumíamos unas heladitas cervezas Pilsener, acompañándolo con tostado y chochos.
Los Andrade y Gordón se impusieron. Los rivales terminaron al filo de la cancha auxiliados con oxigeno en cilindros. Una derrota lamentable, que se explica dada la voluminosa circunferencia gástrica de Bustos y Nieto y la incapacidad de Cadena para “revolotear” alrededor de la cancha.
Tras la emocionante competencia deportiva, pasamos a la culinaria: unos “choripán” fuera de serie y abundante cerveza, seguidos por la clásica y abundante parrillada, las deliciosas papitas con cáscara, ensalada, crema de queso, ají bravo y un postre de sobremesa con crema y helado.
Fue tan excelente el menú que este Editor estuvo tentado de ir al baño, proceder al “estilo romano” y volver a la mesa para proseguir. El Marcos Andrade ha sido un sensacional “asador argentino” que con gorro y delantal hizo de las suyas en las brasas, pese a la llovizna que en un momento dado cayó sobre nuestras cabezas.
Los anfitriones al centro, flanqueados por el Marcos Andrade y su gentil esposa
Comimos muy bien. Más de uno se aflojó el cinturón sin que el resto notasen, incluido un grupo de hermosas damas, consortes de algunos de los asistentes que se desvivieron para hacernos sentir en casa. Muchas gracias por todo eso.
El espectáculo
Si el Edgar Gordón se lució en la cancha y el Marcos Andrade logró igual éxito en las brasas, el espectáculo fue dominado por el Rafael Unda. Hizo de las suyas con pistas y micrófonos. Pero no solo ellos: el Ramiro Sotomayor canto como los jilgueros, aunque un poco desentonado y -agárranse- el Edgar Gordón bailó como un trompo y a punto estuvo de vencer con sus atributos a una de las damas presentes.
El Rafael Unda, al centro y atras, un artista indiscutido al que el gran arquitecto del universo le ha dado un don envidiable. A su izquierda, un pequeño ángulo de su colega pediatra y al centro, copando la escena, el Ingeniero Édgar Redín, un experto en la búsqueda profunda de aguas con ciencia y técnica, haciendo gala de su incomparable faceta de siempre: la de ser un consumado showman que, al menos a mí, me ha sorprendido de toda la vida.
Este Editor, como es su obligación, observó y no tomó partido y el resultado de ello es el reporte que ahora están leyendo. El periodista está siempre entre bastidores. Su misión es la de informar, no la de participar.
Terminado el sarao, después de las 17h30 partimos con profusión de besos y abrazos. Recalamos en la jaula, perdón, en la residencia del Perico Cadena y hasta allí llegué ya que, en un momento dado, hice, como acostumbro, mutis por el foro.
Propuesta
El Carlos Nieto está empeñado en volvernos a reunir el próximo mes de noviembre, en una cena que sea prolegómeno de las fiestas de diciembre. Sostiene que podrían acompañarnos nuestras respectivas consortes, al menos para los que sí las tenemos. Esa idea se la lanza. Yo tengo ya expuesta mi posición al respecto. Se escuchan contrapropuestas.
El Editor
Terminado el sarao, después de las 17h30 partimos con profusión de besos y abrazos. Recalamos en la jaula, perdón, en la residencia del Perico Cadena y hasta allí llegué ya que, en un momento dado, hice, como acostumbro, mutis por el foro.
Propuesta
El Carlos Nieto está empeñado en volvernos a reunir el próximo mes de noviembre, en una cena que sea prolegómeno de las fiestas de diciembre. Sostiene que podrían acompañarnos nuestras respectivas consortes, al menos para los que sí las tenemos. Esa idea se la lanza. Yo tengo ya expuesta mi posición al respecto. Se escuchan contrapropuestas.
El Editor
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