¿Recuerdan, estimados Gonzagas, la torre de la iglesia de La Compañía, a la que accedíamos subrepticiamente por el “patio de atrás” del Colegio, en especial cuando acudíamos “fervorosos” al Rosario de la Aurora, los días de abril de la Novena de la Dolorosa? Pues esa torre va ser reconstruida y tendrá campanas y reloj.
Nunca olvidaré esa madrugada que ascendíamos por la oscura graderia, para otear desde la rústica cubierta que tenía la torre y que continúa igual. En el último tramo el compañero Larco, al que no lo he vuelto a ver, cayó por un foso y de no ser porque abrió rápidamente los brazos, habría caído en peso hasta la planta baja, con lamentables consecuencias.
Una reconstrución artística de como debió verse la torre original
El Municipio autorizó la reparación la torre que se derrumbó y resultó destruida por terremotos ocurridos en 1859 y 1868. La reparación estará a cargo de la Compañía de Jesús y de la comunidad de Madrid, incluyendo la intervención del edificio existente, reconstrucción del cuerpo faltante e instalación de ascensor y miradores.
El técnico Diego Santander dijo que el proyecto de recuperación de la torre está fundamentado en documentos históricos de 1612, en los que se describe la composición original de la torre, de 46,20 metros de alto con una división de tres cuerpos. La torre, considerada la más alta de Quito, tenía reloj y campanas.
Una de las campanas que ahora espera ser "trepada" a la torre
Se especula que dada la altura de la edificación, para la época, en el gobierno de Gabriel García Moreno fue utilizada para seguir el movimiento de los astros en el cielo limpísimo de Quito. Hoy la campanas de la torre reposan en la planta baja, en los corredores del que fue nuestro colegio. Gratas noticias, ¿verdad?
¿Por qué no se atreven, ustedes también, a enviar noticias para este blog que es de todos los Gonzagas?